CONTEXTUALIZACIÓN DE JOSÉ ORTEGA Y
GASSET (1883-1955)
Marco
histórico: La obra de Ortega y
Gasset debe ser enmarcada en la primera mitad del siglo XX, época convulsa por
dos acontecimientos históricos de especial relevancia: la Primera Guerra
Mundial (1914-1918) y la
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Nunca antes
la humanidad había alcanzado niveles de destrucción tan elevados y con
semejante aniquilamiento de la población civil. Asimismo debemos resaltar el
periodo intermedio a las guerras mundiales, en el cual acontece la primera gran
crisis del capitalismo con el crack del 29 en Estados Unidos, que tiene
como consecuencia el aumento del paro y la inflación. En 1948 se crea el
Estado de Israel para acoger a los refugiados y supervivientes judíos del
Holocausto. Por último, comienza la Guerra Fría.
En España es importante destacar la ascensión al poder del rey Alfonso XIII en 1902 (que reinará
hasta la proclamación de la 2ª República), la Guerra de Marruecos (1919-1926), la Dictadura de
Primo de Rivera (1923-1930), la 2ª República (1931-1939), la Guerra Civil
Española (1936-1939) y la dictadura de Franco. Hay que destacar la
clara oposición de Ortega a la
Dictadura de Primo de Rivera. A partir del estallido de la Guerra Civil se
exilia hasta su regreso en 1945, manteniendo un profundo silencio respecto a la
dictadura de Franco.
Marco
sociocultural y político: La
primera mitad del siglo XX es de cambios profundos en el ámbito social y
cultural. La
Revolución Rusa de 1917 intenta llevar a la práctica las
ideas del comunismo formadas en la centuria precedente. Por otro lado, en los
años 20 surge el fascismo, que pronto se formará como sistema
totalitario en Italia y Alemania. En estos nuevos sistemas antidemocráticos encontramos
una fuerte represión estatal y policial, un intenso nacionalismo
y, en algunos casos, el fomento del racismo con el consiguiente
extermino de determinados grupos étnicos. No obstante, a comienzos de siglo se
producen grandes avances en la democracia, como la introducción del sufragio
femenino o los llamados “locos” años 20, donde se fomenta una
cultura de ocio para las masas y surgen las vanguardias artísticas:
expresionismo, surrealismo, dadaísmo, cubismo, etc. Destacan escritores como James Joyce y Kafka, cineastas como Fritz Lang y Charles Chaplin, pintores como Chagall, Kirchner o Kandinsky, etc.
Los avances tecnológicos son inmensos (automóvil, aviación, cine, radio,
televisión, etc.), con una consiguiente aceleración en la vida cotidiana que
será profundamente reflexionada por Ortega.
España, tras el desastre del 98, confirma su decadencia y pasa a ser una
potencia de segundo orden dentro de los países occidentales. Sin embargo,
destaca por nuevas aportaciones culturales y artísticas. En literatura, ensayo
y poesía destacan la Generación
del 98 (Unamuno, Pío Baroja, etc.),
la Generación
del 14 o Novecentismo (Ortega y
Gasset, Gregorio Marañón, Salvador de Madariaga, Eugenio D´Ors, etc.),
la Generación
del 27 (F. García Lorca, Rafael
Alberti, Dámaso Alonso, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre,
etc.). En pintura destacan pintores de fama internacional como Picasso, Dalí, Miró, Juan Gris y en
música Manuel de Falla.
En cine es importante nombrar a Luis
Buñuel. Algunos de estos artistas mantuvieron una estrecha
relación con Ortega y Gasset.
Marco
filosófico: En filosofía destacamos las siguientes
corrientes y disciplinas que se vinculan con el pensamiento de Ortega: fenomenología
(Husserl, Max Scheler, Hartmann),
existencialismo (Heidegger),
filosofía de la historia (Oswald
Spengler, Toynbee), neokantismo, historicismo. En
el campo de la ciencia, aparece la física cuántica (Max Plank, Heisenberg) y la teoría
de la relatividad de Einstein.
Los nuevos paradigmas de la física llevan a una crisis del pensamiento
racionalista tradicional que influyen en la filosofía de Ortega.
Influencias: La filosofía de Ortega y Gasset recibe influencias de los principales
pensadores de la historia de la filosofía: Platón, Aristóteles, Descartes,
Kant, Hegel, etc. En España, es influido por el krausismo, algunos
autores de la Generación
del 98 (especialmente Unamuno,
con quien mantiene una relación polémica) y el movimiento regeneracionista
(Joaquín Costa). Sin
embargo, encontramos cuatro corrientes que le influyen especialmente durante su
estancia en Alemania: el neokantismo, el vitalismo, la fenomenología y el
historicismo. El profundo conocimiento de la obra de Kant por parte de
Ortega se debe a la clara influencia de los pensadores neokantianos Cohen y Natorp. A través de su influencia
mantiene una posición objetivista. La fenomenología de Husserl le proporciona nuevas ideas
para superar el dualismo sujeto / objeto tan arraigado a la historia del pensamiento.
El vitalismo de Nietzsche
le aporta las bases para realizar una crítica a la filosofía antigua y moderna
y apoyar una posición perspectivista frente a la realidad.
Además, el concepto de “razón vital” contiene raíces nietzscheanas. La crítica
a la razón mecanicista de la ciencia también es debida a la influencia de la
filosofía vitalista del pensador francés Henri
Bergson. La noción de cultura y la concepción histórica de la
realidad humana son recibidas a través de Dilthey. Por último, existen claras coincidencias
entre Ortega y Heidegger en
algunos conceptos fundamentales como el “yo y la circunstancia” y el “Dasein”
heideggeriano. Su última etapa es conocida por el nombre de racio-vitalismo.
Repercusión:
Ortega y Gasset es el filósofo español con más repercusión internacional.
Sus obras han sido traducidas a muchos idiomas y gran cantidad de sus
pensamientos siguen teniendo actualidad. En primer lugar debemos referirnos a
la escuela de Ortega en España. Tras su paso por la universidad, la
filosofía de Ortega influyó en filósofos renombrados como José Gaos, María Zambrano, García Morente, Ferrater
Mora, Pedro Laín Entralgo, Julián Marías, Aranguren, etc. Aparte
de sus grandes avances en el campo de la filosofía, Ortega también repercutió
de forma fundamental en el desarrollo del periodismo español y en una
nueva visión política de España. Recordemos que fue diputado durante la 2ª
República Española y perteneció al mismo partido que Manuel Azaña. Su gran pasión fue
modernizar o “europeizar” a España, buscando una síntesis y equilibrio entre la
cultura mediterránea y la cultura nórdica. Durante el franquismo, la filosofía
de Ortega pasó desapercibida en España, pero no en Latinoamérica, donde se
encontraba exiliada gran parte de la intelectualidad española. Con la llegada
de la democracia a finales de los años 70 revive el pensamiento orteguiano. Paulino Garagorri, su último
discípulo directo, reedita
muchas de sus obras. La Revista de Occidente, fundada en 1923, se
sigue publicando y existe la Fundación Ortega y Gasset,
destinada no solamente al fomento de la obra de Ortega sino también al
pensamiento histórico, político, antropológico, sociológico, etc.