Tema: Cogito y criterio de verdad
El cogito es la primera verdad indudable que Descartes encuentra tras recorrer el camino de la duda. Este camino se estructura en tres fases: 1. La hipótesis de la falacidad de los sentidos. Este nivel de la duda metódica se presenta como una crítica al realismo epistemológico medieval que se sustentaba sobre la base de la máxima tomista: nada hay en el entendimiento que no haya pasado antes por los sentidos. 2. La hipótesis onírica o la imposibilidad de distinguir el sueño de la vigilia o la crítica cartesiana a la ontología realista medieval que afirmaba la existencia de un mundo exterior al sujeto cognoscente. 3. la hipótesis del genio maligno: tal vez nuestro entendimiento está constituido de tal manera que se haya condenado a errar siempre, como si se tratara de una máquina defectuosa produce objetos todos ellos defectuosos.
El cogito representa el inicio de la fase constructiva o metafísica de Descartes. Sumido en la más profunda duda, advierte que hay una evidencia más cierta y segura que la evidencia de las mismas verdades matemáticas, una certeza acerca de la cual nadie podría hacerle dudar. Esta certeza indudable es la evidencia de su propia existencia. En efecto, puedo dudar de todo lo que quiera, pero no puedo dudar de que existo mientras dudo. Así, si dudo, si me engaño, si sueño, por lo menos existo, aunque sea como algo que duda, se engaña o sueña. Para pensar, para dudar, se necesita ser, existir. Por tanto, mi conciencia implica existencia. En consecuencia, existo como una "cosa que piensa". Descartes expresa esa verdad con la famosa fórmula cogito ergo sum,"pienso, luego existo", que no debe ser malinterpretada, pues en ella no encontramos conclusión alguna de ningún razonamiento, sino la intuición de una evidencia. Esta fórmula tiene la virtud y el privilegio de conectar, inmediatamente, el acto de pensar o de dudar, con la certeza de la existencia como contenido necesario de ese acto. Hace surgir, a partir del movimiento mismo del pensamiento y de la duda, y en un instante, el ser y la certidumbre: de ahí la fuerza irresistible de su evidencia. Así pues, siguiendo el modelo matemático hay que partir de un primer axioma cuya verdad sea evidente. Este principio es el cogito. Podemos distinguir varios aspectos del significado del primer principio: a. Antropológico. El primer principio de la filosofía cartesiana se refiere al hombre. Con ello, formula Descartes el antropomorfismo que caracterizará a la modernidad frente al teocentrismo medieval. La subjetividad aparece como el fundamento del conocimiento y de la moral. b. Metodológico. El cogito se constituye como el punto de partida de un sistema deductivo. c. Ontológico. Se presenta resuelto en res cogitans, “una cosa que piensa”. d. Epistemológico. Es criterio de certeza y fuente de donde emanan los principios de todas las demás ciencias. Es la evidencia misma, modelo de cualquier otra.
El criterio de certeza, pues, representa la dimensión epistemológica del cogito. De su formulación deduce Descartes un criterio que está íntimamente ligado a las nociones de intuición y evidencia. ¿Cuándo sabemos que hemos intuido una idea? Cuando es clara y distinta. Conocer con claridad una idea es conocerla separada de todas las demás. Conocer con distinción una idea es conocer diferencialmente cada uno de sus componentes, propiedades y atributos. En este sentido, el cogito es el modelo de toda verdad por la claridad y distinción con que es captado, es la evidencia misma, es, en definitiva, en su vertiente gnoseológica, el criterio de certeza mismo. Descartes analiza su primera certeza para descubrir las notas distintivas que le servirán de criterio para identificar otras afirmaciones verdaderas. La afirmación “Pienso, existo” se presenta a la conciencia con "claridad" y "distinción". Por lo tanto, serán aceptadas como verdaderas aquellas ideas que sean claras(ciertamente presentes a la conciencia) y distintas (no confundidas con otras ideas).
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