RESUMEN (Versión extendida)
El texto gira en torno a dos cuestiones fundamentales: qué condiciones debe cumplir cualquier saber para ser considerado una ciencia y si podemos afirmar, o no, que la metafísica es una ciencia.
En este fragmento, I. Kant comienza por preguntarse si acaso la razón humana ha logrado, en su desarrollo histórico, alcanzar el mayor grado de objetividad posible (cientificidad). Así, Kant lleva a cabo un repaso histórico del desarrollo del pensamiento humano, científico y filosófico. Este repaso histórico lo concreta Kant a través de un análisis de lo sucedido en cada uno de los ámbitos del conocimiento humano: Lógica, Física y Metafísica.
Así, la Matemática y la Física son dos conocimientos teóricos en los que la razón determina sus objetos a priori: en la matemática, de forma total, en la física de forma parcial. Su éxito como ciencias dependió de un cambio de método. A continuación, Kant aborda el problema de la Metafísica o conocimiento especulativo de la Razón -al margen de la experiencia-, la cual no ha logrado convertirse en ciencia: en ella no se observa ni el cambio de método experimentado por la Matemática y la Física, ni los progresos que en ellas se han producido. Es necesario, pues, un cambio de método. Se trataría de que los objetos se rigiesen por las estructuras cognoscitivas del sujeto, que fuesen aquéllos los que se ajustasen a éstas. Por otra parte, este cambio de perspectiva, de método, supone que hemos de distinguir entre aquellos objetos que pueden ser conocidos y aquellos otros que sin poder ser conocidos, ya que no se dan en la experiencia sensible, sí que pueden ser pensados.
Este nuevo procedimiento tiene consecuencias desastrosas para la metafísica tradicional: la imposibilidad de que sean ciencia. Pero, también las tiene positivas: la metafísica crítica sí puede constituirse como ciencia.
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